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JUICIO
SOLSONA i ESTEVES
VERSOS OAUCIÍOS
Relación <¿ue iiace ei, paisano
Calistro Jdentes, de lo que viú y oyó en el juicio
CRIMINAL HABIDO ENTRE EL CAPITAN DEL PUERTO, CORONEL
SOLSONA Y EL EMPLEADO DE ESA REPARTICION
don Octubre H. Esteves.
PRECIO, 50 CENTESIMOS
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MONTEVIDEO
Imp. á vapor (le LA. TRIBUNA, 2& de Majo, 124.
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JUICIO
SOLSONA Y ESTEVES
VERSOS GAUCHOS
Relación que hace el paisano
Galistro Juentes, de lo que vió y oyó en el juicio
criminal habido entre el Capitán del Puerto, Corone. Solzona y el empleado
de esa repartición don Octubre
H. Esteves.
PRECIO, 50 CENTESIMOS.
MONTEVIDEO
lmp. á vapor de LA TRIBUNA, ‘>5 do Mayo 124 .
A MIS DISTINGUIDOS COMPATRIOTAS
9
Coroneles D. Manuel Pagóla y D. Carlos Ganden -
cío y ciudadanos D. Juan C. Costa y D. Eduardo
Mac-E achen.
El Autor.
AL PAISANAJE ORIENTAL
RELACION QUE HACE EL PAISANO C AUSTRO JüENTES DE LO QUE VIÓ Y
OYÓ EN EL JUICIO CRIMINAL HABIDO ENTRE IOS SRES. SOLZONA Y EsTEYES.
Paren gauchos la atención
Y priesten atento oído
Que si hay quien haiga tenido
De este asunto relación,
Asiguro y con razón
De que naides contará
Con mas, pasencia y verdá
La causa á que me refiero,
Y que divulgarla quiero
Con la mayor clarida.
Solo anelo en mi escrebir
El demostrar claramente,
Que el gauchaje no es lajente
De quien hay mas que decir:
Me dá mucho que sentir
El sentar esta opinión
— - G —
Pero como sin razón
Se eré ruin al paisanaje,
Voy á contar un pasaje
En que un gaucho es el mirón.
Si el caso hubiese pasao
Entré puritos nosotros
Que sernos piores que potros
Por nuestro modo atrasao,
Dejuro no habría faltao
Un entrigante dotor
Que nos hiciera el favor
De titular salvajada
La causa que hubo llamada
Custion de ley y de honor.
Y tan luego á un Coronel
Colorao y güen patriota
Es á quien como á un idiota
Lo han metido en un burdel:
Ese es el triste papel
Que pre tiendo descrebir
Paque puedan colejir
Como anda nuestro partido
Hoy que debia estar unido
Pa no dar ni que decir.
/
Lo cierto es que el blanquillaje
Se ha réido que es un contento
Al ver el encausamiento
Del que llaman un salvaje:
Que mas quiere el palomaje
Sino poderse floriar
Mirándonos escarbar
Los muchos miaos que .tenemos
Y que los primeros sernos
En quererlos demostrar.
'Pero en fin ya sucedió,
Les liemos costino la fiesta
.Por lo cual solo nos resta
Lamentarlo que pasó:
Lo solo que siento yo
Es no gosar de valer
Para hacerles entender
A los coloraos del dia
La triste y fiera inania
En que han dao de hacerse ver.
Voy á dentrar al asunto
Porque me está pareciendo
Oue si me sino estendiendo
'V VI
Respeto del mesmo punto,
No sin mi causa barrunto
Que saltará algún soplon
A probar quela custion
Que videjuéde derecho,
Y que es deber lo que se ha hecho
De justicia y de razón .
Tocante al caso diré
Que sucedió que un emipliao
Que andaba medio atrazao
Y enfermo no sé de qué,
Asigun lo que yo sé
Pa poderse remediar
Le hiso á su gefe avisar
Que estaba enfermo y en nones,
Y unos treinta patacones
Le mandó solicitar.
Al gefe que á punto cierto
Ni el cargo le malicéo
Pero que asigun me creo
Es Comendante del Puerto,
Le pareció que era incierto
Lo del aviso y formal
A mas de no darle un rial
— 8 —
Le contestó claramente,
Que si se hallaba doliente
Juese á dar ai hespí tal.
Es claro que la respuesta
Jué durasa y hasta ruin,
Por que es sabido que al fin
Un servicio poco cuesta;
Lo cierto es de que con esta
Y otras causas que á mi ver
De continuo solian ser
Una pelea costante,
Dió lugar el Comendante
A un disgusto y mal querer.
La respuesta oyó el empliao,
, Y viéndose sin un cobre
Y en ancas de enfermo y pobre
Tan fieramente tratao,
No bien recibió el recao
Que su gefe le mandó,
De pura rabia crujió
Agarró pluma y tintero
Y fiero, pero muy fiero,
Al hombre lo destrató.
Salió el diario al otro dia
Imprentiao de tal manera
Que se me hace y no es soncera
Que hasta de bravo jedia:
¡Bien haiga palabrería
Safada y mala intención!
Pueden crer y con razón
Que lo menos que le dijo
Al gefe, jué á punto fijo
El tratarlo de ladrón.
Por supuesto, ya se vé.
Cuando leyó el Comendante
~ 9 —
El diario y vio lo insultante
Del escrebir y el porqué,
Como balaso se jué
Un abogao á buscar,
Y dispues de consertar
Con el dotor lo que haria,
A la mesma polecia
Derecho se jué á quejar.
El Comisario lo oyó
Pero como era devalde
El verlo á él, dir al Alcalde
Jué el concejo que le dió.
Bramando y fulo salió
El Comendante, de allí,
Siendo entonces que lo vi
Tan enojao y furioso,.
Que si me lo encuentra al moso
Quisas hay un san quintin.
Lo cierto es de qué la queja
Pasó al Alcalde y al punto
Que el hombre vido el asunto
Dejuro paró la oreja:
Hay nomás frunció la ceja
Y sin buscar mas causal
lleclaró claro y formal
Que se le hacia prudente
El llevar al delincuente
Ante el jurao criminal.
Para entonces el empliao
Que vió venir la tormenta,
Maliciando que á la cuenta
Me, lo traeria apurao,
Al grito buscó un letrao
Como al momento lo halló,
Siendo entonces que anombro
Al Comendante Tésanos,
10
Quien á la causa hecho manos
Y la custion encaró.
Lo primero que hizo jué
Escrebir otro relato
En el cual el mesmo trato
Le acomodó al Coronel:
Mas fiero siguió el burdel
Entonces, por que apesar
De por la ley reclamar
El gefe contra el agravio,
Por no perder el resavio
Quiso él mesmo contestar.
Se dijieron de una á ciento,
Hasta que al fin el Jurao
que ya se habia sortiao
Y que esperaba el momento,
Iliso prestar juramento
Sigun era menester,
iíeclarando á mi entender
Que habia causa bastante
Pa no perder un istante
Y la custion resolver.
Por final se señaló
Eldia, hora y paraje
Ande debia el pueblaje
Ver la custion que se armó;
Intertanto, se trató
Entre los dos abogaos
De dir a escarbar los miaos
Que hubiese de cada parte.
Para ver quien con mas arte
Defendía á sus ahijaos.
Dejenme aura resollar
Paisanos, porque aunque he puesto
A mi ver lo mas del resto
— 11 —
En lo que acabo de hablar.
Por mi mal voy á dentrar
En lo pior de la junción,
Sipendo or esa rason
Que pido de que me esperen
Para que mejor se enteren
Del final de la custion.
COMENSA EL JUICIO
Serian como las diez
. De un viernes del en que estamos
Mes de Agosto, á .veintitrés.
Si es que la fecha no atraso,
Cuando un gran monton de jente
Que á mi ver desde temprano
Estaba dispuesta á todo
Pero menos al trabajo,
Apiñada en varios puntos
En grupos de á tres y cuatro
Y gente la mayor parte
De lo que hay de mas ingrato,
Como quien alguna riña
O carrera está esperando
Y espera y se desespera
Por comensar el fandango;
Junto á la puerta del Juerte
Del Gobierno, sin reparo
Gritaba, hablaba ydecia
Cuanto hay de mas fiero y malo.
A la hora y media dispues,
Sintiendo que rechinaron
Los cerrojos de la puerta
Por que se dentra al Jusgado ,
Tal pelotera se armó
12 -
Y tan fiero se apiñaron
Viejos, muchachos y mosos.
Blancos, negros y mulatos,
Que amigos, les asiguro
Y no piensen que es engaño
Ni que les relato un cuento
Propiamento de muchachos,
Al ver aquello se me liiso
Como una hacienda que el campo
Gana, rompiendo el potrero
Espantadisa y sumbando.
¡Animalitos de Dios!
¡Que barullo, que codasos;
Que pechadas, rempujones
Y embestidas se pegaron! ....
Había del lao de adentro
Un tablao como en el treato
De capasidá lo menos
Para doscientos y tantos,
Y no bien se abrió la puerta
Dejándoles paso franco,
Se llenó el tablao entero
En menos que canta un gallo.
Ya rebosaba de lleno,
Y ansi mesmo les réclaro
Que apesar de que hormiguiaba
La jente, como gusanos,
En la calle y en el patio
Del Juerte, remoliniando
Y atracándose pechadas
Y rompiéndose los cáseos
Mas de ochocientas personas
Entre orientales y estraños
Hacían cuanto es posible
Que pueda hacer un cristiano.
Yo, que también no lerdié
- 13 -
Para ser de los escasos
Que á juersa de arrempujones
Mejor nos acomodamos,
En cuanto me vide adentro
Me fí medio arrinconando
En el tablao que era en forma
De escalera, y por si acaso
Como siempre en esas fiestas
Hay mas ratones que gatos,
Aunque no tenia conmigo
Mas pilchas que algunos cuantos
Patacones, mi facón
Y un naranjero viejáso;
Como lie dicho, por las dudas
Que no me pegasen palo,
Asiguré mis prenditas
Y me acomodé quietaso.
Ya estaban por dar las doce
En el relés de un muchacho
Que se hallaba á mi derecha
Y gritaba como un chancho.
Cuando comensó á moverse
Lajeóte, vociferando
Dichos y malas palabras
De toda clase y tamaño,
Llamando uno á un tal Esteves,
Otros, á don Carlos Cuatro ,
Otros, en fin, á las partes,
Defensores y Jurados,
Cuando en esto oí sonar
Ln juerte campanillaso
Y ya quedó como en misa
Tuitoel mundo y escuchando.
En esto vide dentrar
Por la puertita de un cuarto
Que cái se me hace que al fondo
— 14 —
De la sala del Jurado ,
Como á unas quince personas
Entre ellos á don Tésanos
Don Esteves, don Solsona,
El dotor Herrera, el ñato
Don Carlos Marques, Gradin,
César, Capurro, Montano,
El Alcalde don Furriol,
Rodrigues y don Yiscáino;
Quienes en cuanto al salón
Dentraron sombrero en mano.
Se hicieron como gobiernos
Y hay nomás se acomodaron.
No bien dentro don Solsona,
«Que lo atágen,» gritó un bárbaro,
A quien yo como á lo ageno
Me le afirmé de un sopapo:
En esto golvió á sonar
Otro gran campanillaso,
Y aunque solo á duras penas
Oí lo que Vino al caso.
Me fijé bien que la jente
Medio seiba sosegando.
Tomó entonces la espresion
El Alcalde ó escribano,
Y rejuntando unos libros
Muchos papeles y un diario,
Claro yjuertenos leyó
El discurso con los cargos
Que al Comendante del Puerto
Le liabia hecho el acusado,
Esplicando allí el porqué
Al moso querían penarlo,
Pa que otra ves anduviese
Al hablar con mas reparo.
No bien acabó el Alcalde,
— 15 —
Cuando amigos, soberano,
Resonó tal palmoteo
Y cliiílidos tan fierásos,
Que en vesde estar entre gente
Me figuré lo reclaro
El estar viendo una hacienda
Crusar un cardal machaso.
Ande el ganao se alborota
Y brama que causa espanto,
A la ves que la pionada
Cruje y se muerde rabiando.
Al cabo se sosegó
La ¡ente, yen intertanto,
El abogao don Herrera
Defensor del agraviado,
Agarrando la palabra
Y yendo derecho al grano.
Con una linda espresencia
Y un estilo lo mas claro,
De tal manera tomó
La defensa del ahijado,
Que quiso ó no quiso el pueblo
Y aunque hacia por estorbarlo
Con chillidos y otras cosas
Puramente de borrachos.
No tubo al fin mas remedio
Que dentrarse por el aró,
Comprendiendo de que á veces
Lo pintan muy fiero al diablo
El defendido, á todo esto,
Sin duda reíleicionando
En que á su güen defensor
Le faltase el alegato.
Estaba medio tristón
Y solo de vez en cuando
Como para no mauliar
Delante de su contrario
— 16 -
Alsaba la vista juerte
Y miraba de soslayo .
Al empliao que estaba enfrente
Y al Com endante Tésanos.
El caso jué que el dolor
Dispues de hablar hora y cuarto
Apesar de que la ¡ente
Lo estorbaba á cada paso,
Al ver que unos cuantos brutos
Varias veces lo chillaron,
Dirijiéndose al monton
Le largó como guascáso
Una indireta, y dispues,
Del modo mas liso y llano,
Amostró derecho viejo
Que eran injustos los cargos
De robo al Estao y otros
Que al gefe le acumularon;
Haciéndonos ver también
Por que no pudo negarlo.
Que, si á dicho Coronel
Había de que acusarlo
Respeuto á mal desempeño
En el puesto de su mando.
Era de ser un mulita
Y si es posible lerdáso
Pa lidiar con un empleo
Que siempre andubo al destajo.
Ansi acabo su discurso,
Reclarandole al Jurado
Que en vista de las injurias
De que estábamos en autos,
Pa que no quedase el hecho
En un prencipio albitrario
Y volbiese la calunia
A cebarse con su ahijado,
Pedia contra la ofensa
El castigo necesario
Para ejemplo de cualquiera
Que intentase el mesmo paso.
Alto continuo y dispues
De conocer los descargos
Que el dotor de don Solsona
Manifestó lindo y claro,
Haciendo uso del derecho
Que le venia á la mano
Como abogao y padrino
Del acusao, don Tésanos,
Se enderesó redepente,
Tocio juerte, bebió un trago,
Y sacando unos apuntes
Los repasó de un vistáso.
Se vido al punto que el hombre
Conoce bien el lao flaco
De la j ente como y ó
Redonda, bruta y sin trato,
Por que no bien preludió
Algunos cortos retasos
De la historia del diluvio
Cuando andubo el mundo á nado,
Supo buscarnos la güelta
Con términos tan baquianos
Y con dichos tan en boga
Y uso entre mis paisános.
Que dejuro y ya se vé
Tantiándonos tan de llano
En ancas de que ya sernos
A todoprencipio uraños,
Era patente y notorio
El que debia ganarnos
La güelta, para llevarle
La media arroba al contrario.
— 18 —
Ansina jué y ansi mesmo
Apesar de que el Jurado
Intentó por H arias veces
Suspender el alegato
Parándose el presidente
Y dando campanillasos
Pa medio dentrar al orden
Y formalisar el caso,
Ni por esas consiguió
El hacer que el pueblo guáso
Que en ves de querer la ley
Se acomodaba al fandango.
Dejase de palmotiar
Y gritar como marrano.
Aplaudiendo no la causa
Si nos los términos raros.
No decía una palabra
El Comendante Tésanos,
Que no juese festejada
Con aplausos y con bravos,
Aunque asigun me presumo
Y me atrevo á asigurarlo.
Tres cuartas partes del pueblo
Que presenciaba aquel acto
Sabia tanto de juicios
Como yo de boticario
Es cierto que el Comendante
Yo no entiendo como diablos
Supo escarbarle la vida
A don Solsona yen autos
Estaba de muchas cosas
De medio dudoso cáso
Como por ejemplo el hecho
De haber pasao mas de un año
Sin darle cuenta al Gobierno
De los dineros d entrados
- 19 -
Por multas de la marina
Ventas de fierros y palos
Y otras tantas menudencias
Que las tenia á su cargo;
Pero es el negocio, amigos,
Que sin ver si eran esatos
Los hechos que suponíau
En el gefe de los barcos,
Aunque pudiese salir
Iuocente, el pueblo bárbaro
Que vé las faltas ajenas
Y en las propias es lerdáso,
Al ver que le daban cháguara
Con dichos y termináchos.
Quería que don Solsona
A la juersa juese malo.
Ya se vé que viendo eso
El acusador, y estando
Con pruebas que parecían
Ser lo que no éran, mas alto
Se afanó por levantar
La defensa de su ahijado,
Llegando hasta asigurar
Como dos y dos son cuatro,
Que el final de la custion
Seria que á su alversario
Le pusieran en el anca
Lo mesmo que á los caballos,
Una marca que amostrase
A los peines y bellacos,
El rigor que la justicia
Sabe usar, cuando entre manos,
Con el sable de la ley
Agarra á los condenados :
No bien el dotor Herrera
Oyó los conceutos falsos
Y la condena injuriosa
— 20 —
Que pronunció don Tésanos
Contra un {jefe que ápesar
De que podían llamarlo
Decidioso y hasta nulo
Para el puesto de su mando,
Ai fin era un Coronel
De la Nación y por tanto
Se le debía tener
El respeto necesario;
Como víbora salló
Y mas lijero que un rayo.
Le abarajó la espresion
V se le jué sobre el laso.
Hay quiero verte escopeta!
Me dije yó: se trensaron
Los dos padrinos y el pueblo
Que los estaba mirando,
Al ver que don Nicolás
Le enderesó á su contrario
Una indireta de aquellas
Que chiflan como guascáso,
Quiso apagarle la vos
Dando .golpes y gritando,
Pero el dotor que no es moso
De aflojarle al mas pintado
Por que se me hace que tiene
Muy hien puesto los resávios,
Encarando la custion
Con mas juersa y reclarando
Que lidiar con avestruces
Es perder el tiempo en vano,
Al Jurado como al pueblo
Y hasta al mesmo don Tésanos
Les probó que la justicia
No se alquiria insultando.
En esto se sintió adentro
Un ruido como de platos
21
Que se rompen y un tropel
Como quien va disparando,
Y hubieran visto aparceros
El barullo tamañáso
Que armaron los mas gritones
Y el trote que se pegaron.
Yo que estaba como lie dicho
Metido desde temprano
En un rincón, y que el tiempo
Se me hacia ya muy largo
Por que habían dao las tres
Y me encontraba tediando
De las tripas y con ganas
De salir á echar un trago;
En cuanto calmó el barullo
Quise ver si por un rato
Salia ajuera y traté
Como pude de intertarlo, '
Pero un maldito nación
Con mas barriga que un sapo
Y que hablaba en una idómia
Que no lo entendía ni el diablo,
Se me puso por delante
Plantándome tal codáso
Cuasi en el mesmo basío
Y' de modo tan estraño,
Que les asiguro, mosos.
Ha sido de lo mas raro
El que no me desgraciáse
Sucediéndome un mal paso.
Lo arrempujé, se biso el sorro,
Me envolví el poncho en el braso
Y arrimándole de gusto
Contra la oreja el cigarro,
En cuanto sintió que el juego
Lo quemaba, mas liviano
Que un terutero, clió gtielta
— 22 —
Y sás! me prendió nn sopapo.
¡Ah gringo!.... Me le prendí
De ande sabrán, y el j ulano
Que corajudo se apió
A soplarme un guantonáso,
No bien la mano afirmé
Apretándole el resávio,
El dolor lo biso ventoso
Y largó tres y echó un ajo.
Al fin y no sin pasar
Mil penurias y trabajos
Saliendo medio aturdido
De aquel sitio tan bellaco.
Dejándolo á don Solsona
Cariarse con don Tésanos
Y' turbao el gefe al ver
Que querian enredarlo.
Salí pa juera y me fí
Al café de junto al treato,
Y pa medio refrescarme
Chupé un pedotamañáso.
Recostao contra una mesa
Me hallaba refieicíónando
En lo mucho que habia visto
Y que se me hacia estraño,
Cuando me dentro peresa
Y’ lo mesmo que cansancio,
Y bostesé, clavé el pico
Y deái me quedé roncando.
Como piedra me dormi,
Pero amigos, es el caso
Que como á eso de las diez
Y tarde ya como el diablo,
Una griteria machasa
Y un ruido que daba espanto
Y que me biso dispertar
- 23 —
Asustao y santiguando,
Me obligó otra ves á dir
Al Juerte, pero reclaro
Que ni comparancia encuentro
Para esplicar aquel paso.
Quise agarrar un güen sitio
En la sala del Jurado
Para mejor poder ver
Como seguia el fandango,
Pero jué al ñudo mi intento
Por que aunque ya era tardaso.
Y estaban tuabia los hombres
Con las pruebas cabuliando,
Tan lleno estaba de jente
El salón y én tal estrago
Que hasta deveras jedia
De manera que daba asco.
Es claro, alli sucedió
Que aunque estaban reventando
Por hacer sus delijencias
De algún modo, mas de cuatro
Que no pudieron salir
Por el jentio estorbarlo,
Alij erando el negocio
Quedaba á la fija el chárco
Aura imajinense bien
Si es posible que intertanto
Se lleva al Jurao á un hombre
A fin de moralisarlo,
Es fécil que se aproveche
La leicion, cuando en un caso
En que debería el pueblo
Amostrarse lo mas cauto,
Tanto bochinche se vé
Y dispues de tanto escándalo
— 24 —
Se empeña en mostrarse ruin
Aunque aparienta negarlo.
Yo también soy de opinión
Que el hombre que por su rango
Alministrando un empleo
Del Gobierno, no ancla claro,
Es muy justo y menester
Que responda de sus atos
Delante de la justicia
Y con la ley en la mano;
Pero de eso á figurarme
Que es preciso y necesario
Que lajente mal criada
Sea la que dé su fallo
No rasonable ni cuerdo
Sino á su gusto y agrado
Como en un juego ele taba
O en una riña de galios,
Se me hace, que, francamente,
Hay un camino mas largo
Que el que va del pobre al rico
y del ladrón al honrado.
Esto mesmo sucedia
En la custion que relato,
Ande como era pudiente
El Coronel acusado,
Con razón ó sin razón
Y solo por insultarlo
Muchos que ni del proceso
Siquiera estaban en autos.
Por el gustilo ¡lomas
De meterse á vibarachos
Y hacerse los entendidos
Eo pasaban conipadriando.
Pero en fin, lo cierto jué
Que al cabo de tanto rato,
— 25 —
Como á eso sigun me creo
De las once menos cuarto,
Los jueces que habían oido
La custion de cabo á rabo
Tantas horas sin poder
Prender siquiera un cigarro,
Ya medio muertos de sueño
Con la barriga tediando
Y deseando que la fiesta
Concluyese de un plumáso,
Se juerontuitos pa dentro
Con los cargos y descargos,
Ande un buen rato estuvieron
Dicen que considerando.
Deái á poco ya salió
Otra güelta el escribano,
Y dentrando nuevamente
A la sala los Jurados,
Entre chiflidos y gritos
Pataléos, dichos y ajos,
Y hasta pitos y cornetas,
Por que también no faltaron,
Al pueblo aquel que pedia
Justicia y lial desagravio,
(Y después han de decir
Que semas brutos los gauchos!)
Le leyeron lo que sigue
Que sino es lo mas exacto,
A lo menos se parece
A la tal sentencia y fallo.
EL FINAL DE LA CUSTION
«Montevideo á veintitrés
DeAgosto del presento año;
Hollándonos en ri unión
— 26 -
Los que sernos del Jurado,»
(Mucho mejor habrían hecho
En decir: fimos los pabos)
«Delante de don JFurriol
Que es de la causa escribano.
Como mas justo y notorio
Lo siguiente reclaramos:
Teniendo en vista señores
Que el artículo del diario
Que publicó don Esteves
Contra el patrón, es un cargo
Algo mas que juribundo
Aunque no del todo escaso
De razón por que es sabido
Que en tiempos no muy lejanos
La Capitanía del Puerto
Andubó medio al destajo;»
«Considerando también
Que el Coronel acusado
Dió causa pa maliciar
Que andaban uñas de gato
En el manejo de fondos
De dineros que á su cargo
Estaban sin rendir cuentas
Hacia cuasi dos años; »
«Considerando ademas
Que el ahijao de don Tésanos
Solo sospechó mal. juego
En su gefe, cuando el chasco
De negarle este los pesos
Que le pidió, y que causaron
El enojo en don Esteves
Por lo cual y sin reparo
Hiso notorio el secreto
Que sabia hacía dos años;
— 27 —
«Considerando por fin
Que si á dicho juncionario
En lo honrao y lo decente
No hay nada de que tildarlo
En vista de que el Gobierno
Manifiesta estar en autos
De como hace sus manejos
Como Capitán de barcos,
Por su descuido á lo menos
En el puesto de su mando
Presentaba algunas dudas
Que las hemos puesto en claro,
Lo asolvemos de las culpas
Que le acumulan, y en cambio
Solo para que otra ves
No se amuestre tan lerdaso
Y conosca mas de cerca
Con que jente está lidiando,
Lo condenamos á ser
De esta larga fiesta el pabo,
La burla del pueblo bruto,
Y el padrino de los gastos;
Asolucion y sentencia
Que por ser justa firmamos,
Montano, Cérsar, Rodrigues
Gradin, Marques y Viscaino,
De lo cual da prueba y fé
Miguel Furriel, escribano»,
Atajen por vida suya!
Me dije yo: que brutasos
Deben de ser esos jueces
Que tal sentencia ditaron! ....
Parece imposible amigos
Que estando en su juicio sano
Unos hombres que aparientan
Ser escrebidos y sabios
Cometan bagualamente
— 28 -
Y tan á la vista, un barro.
Que ni el Jues de Pas mas bruto
Era capas de pensarlo.
¿Como, me dije pa mí.
Es posible que un Jurado
Compuesto de hombres que deben
Tener la ley en la mano,
Condena y asuelve á un tiempo
Y se aparta sin reparo
De la custion verdadera
Y del punto mas del caso?
El Comendante del Puerto
Que como antes les reclaro
Acusó por caluniosos
Los insultos en su daño.
Si era un péine como dijo
El que lo puso en el diario.
Debió de ser á mi ver
Sigun las cuentas que me hago,
Condenao con el rigor
De la ley; y si alcontrario
Sucedía como pasó
Que le achacaban un falso,
Era deber de justicia
El reparar el agravio,
Cayéndole al ofensor
Derecho y sin compadrasgo.
Lo de andar con medias güeltas
Y con tapujos y amaños
En asuntos que dejuro
Es preciso verlos claros.
Es dar lugar á cualquiera
Que se llame don julano,
Pa que el dia que se le antoje
Y quiera echarlas de guapo,
— 29 —
Por una simple sospecha,
Por capricho ó por bellaco,
Hasta al mesmo Presidente
Lo insulte de arriba abajo
Esta es amigasos viejos
La opinión de un pobre gaucho
Que aunque no pasa de ser
Como ustedes un paisano.
Como ha nacido oriental
Y quiere su suelo patrio
Lamenta de corazón
La dejadés y el atraso
En que esta lo que nosotros
Ley y justicia llamamos.
Aquí ya mi relación
Toca á su fin, y si acaso
Hay quien dude de lo espuesto
En mi escrebir y relato,
Puede salir de la duda
Viendo á los interesados
Los cuales mejor que yo'
Dirán si es cierto lo que hablo.
Calis tiro Juentes,
Montevideo, Agosto 31 de 1872.
.
y